
Me arrancaron de ti,
como arrancan las hierbas
que invaden las cosechas.
Trasladaron mis sueños
donde el mar deja huella.
Y por unos momentos…
mis campos y mis sierras
pasaron al recuerdo.
Me implantaron la vida,
la que yo no elegí
y con ella adormezco.
Me robaron el alma,
guardándola en un saco
en el viejo trastero.
En la arena del mar
y entre el cielo y el suelo,
dibujaba en el aire,
mis recuerdos más tiernos.
Tus calles empinadas,
empedrados tus suelos
y las ramas de olivo
ondulantes al viento.
La vida fue pasando
y pasando mi tiempo.
Vuelvo a pisar tus calles
y hasta huelo tus huertos,
y las ramas quemadas,
mis olivos enhiestos,
la retama en la sierra
y en mi vida el silencio,
de las cosas pérdidas,
de ese tiempo sin tiempo,
que me robó la nada
ahondando en mis recuerdos
Arrancarme de Baños para mi fué arrancarme un pedacito de alma y de corazón, un jironcio que se fué recomponiendo de manera lenta y dilatada, ya lo veo, lo vivo en la lejania pero serena y deseosa de volver en un futuro no muy lejano, yo diria que a poder ser próximo.
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