martes, 19 de octubre de 2010
En tu día más Feliz, Pili
Hoy se cambia tu vida,
una etapa que se queda atrás,
el momento es feliz y gozoso.
el camino, se vuelve a empezar.
Tiene travas, también alegrías,
mas, seguro que tú has de llegar,
que el que siembra esperanzas...
el futuro frutos le dará.
Solo pido al Señor de los Cielos,
que te colme de dicha y de paz,
que ese sueño que juntos tuvisteis,
hoy por fin se haga realidad.
y que llegue un otoño trás otro,
mil veranos que veaís pasar
y ese amor que hoy os une,
que nunca se llegue a acabar.
Hoy quisiera ofrecerte la luna,
a tus pies, un oasis sembrar,
mas tan solo tengo para darte,
estas letras de amor y verdad.
viernes, 15 de octubre de 2010
A Tí Pilar
Barajé tu nombre en la inocencia,
sin saber de tu rostro infantil
y soñé con tu cara de ángel
bajo un cielo teñido de añil.
Han pasado los años,
como pasa el cometa
y en mi pecho el dolor
se despierta.
Me perdí tus primeras palabras,
tus primeros momentos de escuela,
nunca tuve un dibujo
ni un recuerdo que tú me escribieras.
Pero siempre estuviste presente,
en mi mente aturdida y en mi vida discreta,
en las hojas caídas de otoño
o, en el mar de mis sueños de asceta.
Ya te has hecho mujer,
ya tus sueños buscan otras metas,
y ahora sigues el mismo camino,
que iniciaron tu madre y tu abuela.
Hoy tan solo, te observo en silencio,
sin rozarme contigo,
soy tan solo una mota de polvo,
laberinto en un mundo distinto.
Y me asomo al balcón de los tiempos,
recorriendo pasados caminos,
hojeando en el libro del sueño,
por saber cual será tu destino.
y te veo, ante un flanco de rosas silvestres
y un paisaje cuajado de pinos,
en las nubes mullidas del viento,
bajo un cielo de azul y de lino.
Tu figura graciosa,
tu andar exquisito
y en tus manos las arras
que hoy, forjarán tu destino.
Vuelven tenues, los viejos recuerdos,
de un pasar melodioso y cansino,
una tarde de invierno de hace ya...
!tantos años ¡ más de veinticinco.
y al igual que aquel día
aunque no esté contigo,
un abrazo en la sombra
llevará hasta ti mi cariño
de...En la penumbra del sentimiento
Sentí dolor,mas...no quise culparte,
el sentimiento invadia mi alma,
ni tan siquiera, viví tu nacimiento,
por las rencillas, me sentía acorralada.
nubes de humo, cubriendo los lamentos,
mares de lodos, culpaban mis entrañas,
murió el amor fraterno que sentía,
dejando huellas con olor a miedo.
Y la distancia, fue sembrando el abrojo,
cubriendo el camino por entero,
volví a sentir el viejo sentimiento,
pero la rábia embargó mi rostro.
vagué sin rumbo, en este mar inmenso,
repleto de laberintos sin retorno
y...sentí que todo estaba muerto,
mi camino, había sido un mar de lodos
Quiero dejar atrás, estas miserias,
recordar el pasado con antojo,
caminar por el cesped de la plaza,
abrazar de nuevo aquel retoño.
Para mí fue vida y esperanza
y luché por ella con encono,
abatiendo a su paso, malas hierbas,
haciendole un camino con retorno.
Hoy quisiera estar en su presente,
y sentirme con ella codo a codo,
mas la vida no siempre te lo ofrece,
tan solo en el dolor, hoy me acomodo.
No sabrá si es indiferencia
o, dolor o rábia o será monstruo
se cortó el cordón que nos unia
yo perdí la esperanza, como todo
jueves, 14 de octubre de 2010
Dicen de mí...
que no siento,
que tengo el alma
dormida.
no saben
si el pensamiento,
se ensaña
justo en la herida
Dicen...
que cubro mi alma,
con caparazón
de piedra
no saben
que las angustias,
se enlazan
como la hiedra
Dicen y dicen
y escucho,
que el orgullo
me acompaña,
no saben
de mi humildad,
niegan
que tenga ese arma.
Yo, ya no quiero
escuchar,
el dolor rompe
mi casa.
y recojo
mi equipaje,
el bagaje
de mi alma.
Navego
por aguas muertas,
en busca
de un mar en calma.
Mi pobre barca
zozobra,
embestida
por patrañas,
Quisiera
aclararle al mundo,
que soy como soy
y...!basta¡
que no siento,
que tengo el alma
dormida.
no saben
si el pensamiento,
se ensaña
justo en la herida
Dicen...
que cubro mi alma,
con caparazón
de piedra
no saben
que las angustias,
se enlazan
como la hiedra
Dicen y dicen
y escucho,
que el orgullo
me acompaña,
no saben
de mi humildad,
niegan
que tenga ese arma.
Yo, ya no quiero
escuchar,
el dolor rompe
mi casa.
y recojo
mi equipaje,
el bagaje
de mi alma.
Navego
por aguas muertas,
en busca
de un mar en calma.
Mi pobre barca
zozobra,
embestida
por patrañas,
Quisiera
aclararle al mundo,
que soy como soy
y...!basta¡
CANTO A LA DESESPERANZA
Quise subir, a la cima más alta
y en mi escalada...quebré
mis sentimientos.
Quise alcanzar la luna, con mis manos,
y me quemé
con su fuego etéreo
Por las nubes...navegué sin rumbo
huyendo del sol y sus destellos,
temí que me quemase con sus rayos
y...ahogué en mi pecho,
mi dolor sin duelo
Para calmar, la sed que me anegaba,
torné a la playa de mis sueños, pero...
su arena me abrasaba.
Intenso dolor! el que ahora siento
Ya...no tenía más salidas,
y en el fondo del Mar...
ahogué mis sentimientos,
sus aguas... con furia me abrazaron
me llevaron al fondo de los tiempos
y allí...soñé sin esperanzas,
se habían ahogado mis recuerdos.
Subí a la cima más alta
y en mi escalada
quebré mis sentimientos
quise alcanzar la luna
y rompió mi silencio.
Por las nubes navegaba sin rumbo,
atrás quedaba el sol oculto por el velo,
que deja a la noche de los tiempos..
sentí que me quemaba
y era el dolor inmenso.
la sed del sentimiento se hizo eco,
ahondó fuerte en mi pecho,
con lazos del pasado,
aportando de nuevo tus recuerdos.
En el fondo vertiginoso de las aguas,
de un mar revuelto,
escondí, con miedo mis pesares,
por no dejar mi pena al descubierto,
vistiendo de púrpura mi alma
y la enterré en la sima de los tiempos
Borrar el Odio
Quizá una palabra ó un gesto innoble,
¿que pudo provocar un odio inmenso?
¿Que pudo ser? que al oír tu nombre...
sienta las nauseas, que me ahogan,
oprimiendo mi alma y pensamiento.
Vuelvo hacia atrás y miro en el espejo,
(ese que deja, las vidas dibujadas)
en él...no puedo fijar ya la mirada,
mis ojos, ciegos están de tanto hacerlo,
y no puedo pensar, pues los recuerdos
se agolpan, cuál hormigas.
Marabunta de sueños y deseos.
La rabia y el rencor, me anidan dentro
y, aunque me fuerza la razón, por distender los odios,
es más fuerte el corazón y...más te odio,
culpo a tu ser de todas mis desdichas,
si fue tu entorno el provocante, no quiero dar razón.
Mi mente, errante en otros tiempos,
hoy se detuvo, a hacer capítulos a parte,
a diseñar las hojas del pasado que sin grabar...
escritas se quedaron en mi entraña,
formándose en maraña, por el tiempo y
no acierto, a desenmadejarla.
Quiero darle razón, a los sentidos y
el dolor, me ahoga el sentimiento,
quiero tenderte mi mano, y con acierto
decir que lo pasado, ya se ha muerto, que
lo tengo archivado, en el desván de los recuerdos
¿que pudo provocar un odio inmenso?
¿Que pudo ser? que al oír tu nombre...
sienta las nauseas, que me ahogan,
oprimiendo mi alma y pensamiento.
Vuelvo hacia atrás y miro en el espejo,
(ese que deja, las vidas dibujadas)
en él...no puedo fijar ya la mirada,
mis ojos, ciegos están de tanto hacerlo,
y no puedo pensar, pues los recuerdos
se agolpan, cuál hormigas.
Marabunta de sueños y deseos.
La rabia y el rencor, me anidan dentro
y, aunque me fuerza la razón, por distender los odios,
es más fuerte el corazón y...más te odio,
culpo a tu ser de todas mis desdichas,
si fue tu entorno el provocante, no quiero dar razón.
Mi mente, errante en otros tiempos,
hoy se detuvo, a hacer capítulos a parte,
a diseñar las hojas del pasado que sin grabar...
escritas se quedaron en mi entraña,
formándose en maraña, por el tiempo y
no acierto, a desenmadejarla.
Quiero darle razón, a los sentidos y
el dolor, me ahoga el sentimiento,
quiero tenderte mi mano, y con acierto
decir que lo pasado, ya se ha muerto, que
lo tengo archivado, en el desván de los recuerdos
sábado, 2 de octubre de 2010
Esperanza
Las doce han dado en la torre,
donde el reloj no descansa.
De acero sus manecillas.
marcan las horas sin danza
Y van segundo a segundo,
detras de uno, el otro avanza,
marcando así los minutos,
uno tras otro cuál lanza
que va clavando en mi pecho,
las angustias y las ansias,
esperando que en sesenta,
toque fuerte su sonata.
Y dan las doce, la una
las tres de la madrugada,
y se hace eterna mi angustia
y se hastía mi esperanza
Ya con el son de las cinco
empieza a salir el alba,
sobre los montes baldíos
asoma el sol su templanza.
Avanzando lentamente,
calentando la mañana,
y vuelve a sonar solemne
el reloj de mi esperanza
donde el reloj no descansa.
De acero sus manecillas.
marcan las horas sin danza
Y van segundo a segundo,
detras de uno, el otro avanza,
marcando así los minutos,
uno tras otro cuál lanza
que va clavando en mi pecho,
las angustias y las ansias,
esperando que en sesenta,
toque fuerte su sonata.
Y dan las doce, la una
las tres de la madrugada,
y se hace eterna mi angustia
y se hastía mi esperanza
Ya con el son de las cinco
empieza a salir el alba,
sobre los montes baldíos
asoma el sol su templanza.
Avanzando lentamente,
calentando la mañana,
y vuelve a sonar solemne
el reloj de mi esperanza
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