domingo, 31 de octubre de 2010

TE ESCRIBO, PUEBLO







A ti, que solo me acogiste
cuando vi la luz, por vez primera.
A ti, que nunca me tuviste,
como habitante de tu tierra en primavera.

No fuiste tú el culpable de mi ausencia.
Fueron más bien…los malos vientos,
que exiliaron mi vida de tu suelo.
Largo camino, aún no recorrido.

Días de llanto y…noches de lamento,
que ya no sé si cerrará la herida,
ni tampoco se quien la haya abierto.

Se empaquetó mi infancia en la maleta
cual equipaje bien dispuesto.
Cambiaron mis paisajes…
llevaronme a otro puerto.

Mis ojos descubrieron otros soles
y…aquel mar, que luego fue mi sueño.
Pero…en mi alma infantil, quedó grabado
tu olivar, tus sierras y tus cerros.

El meterme debajo de los carros,
manchándome de grasa todo el cuerpo.
Y el no querer lavarme en otra casa,
porque…amarillo es el color de la toalla
con que mi madre me seca, y…sigo luego
correteando, disfrazada de gañán,
bajando alegre por las cuestas de ese pueblo.

A ti te cuento hoy estas cosas, porque…
tu sombra siempre dio consuelo
a esa nostalgia que quedó grabada
en mis ojos de niña y…en mi pecho.

DESDE MI ATALAYA





Desde mi atalaya, que está frente al mar,
diviso en sus aguas tu verde olivar.
Entre sus espumas se yerguen con fuerza
picos de pizarra de mi amada sierra.
Me quedo mirando, mientras mi alma vuela,
posando sus pies en tu blanca arena.
Tus olas, con fuerza, rompen en mi esencia
y siento en mi vida tu verde presencia.
Caminos de barro y verde olivar,
jilgueros que cantan, en mi soledad.
El ácido fruto, prendido en las ramas,
troncos retorcidos y vasta retama,
cubriendo mi tierra de amor y de ganas
de sentir vivirla, de poder pisarla.
Repliego mis alas, retorno a mi cuerpo,
desde mi atalaya… sueño en tus recuerdos.

!Ay con el Ay¡



¡Ay! con el ¡ay!
con el ¡ay! del quejio,
¡ay! con el ¡ay!
que lo llevo en el alma metío.
¡Ay! de mi tierra sangrante,
reflejada su queja
en los troncos punzantes,
en la tierra abierta,
en veredas resecas,
en cañadas sin cañas
y...en la luna llena,
cuándo aúllan los lobos
y retozan las ciervas,
¡cuándo el jabalí herido,
se revuelve a su presa¡
Cuando vuelven los hombres,
con la cara cubierta,
con la caza escondida y...
con las manos llenas
de la sangre de un venado macho,
que, cubierto en la sierra...
se quedó bajo matas de encina,
esperando que alguien lo venda.
Escopeta al hombro, la canana prieta,
con cuatro cartuchos el resto,
se quedó en la tierra, escondido,
para que lo confundan,
las vetas de plomo que amagan sus venas.
Esta tierra de encinas y olivos,
de plata y de pena...
agoniza solemne y vetusta,
callada y repleta, de paz y aceituna.
y si miro atrás...
se me hiela la sangre en las venas.

Recuerdos de Infancia


Nostalgia de una tierra, que solo vi de niña,

Nostalgia de un recuerdo, en mi mente atrevida.

Solo siento nostalgia, porque no veo tus campos,

tus inmensos olivos, y tu mote callado.


Esas gentes enjutas, tus sierras y tus llanos.

Olivar de mi tierra, sumiso y sosegado,

al aire de los tiempos, al yugo de los amos.

Las varas tintinean, el invierno callado.


Y entre la camada…los fuegos sosegados,

que dan calor al cuerpo, que sigue cosechando,

el oro de tus ramas, el líquido apreciado,

que alimentará vidas, para seguir amando,

esa tierra que un día, se quedó en mi pasado.

Hoy piso entre la arena, de un mar…por mi soñado

y entre sus verdes aguas…reverdecen mis campos

Sentimientos


No se que tiene esta tierra,
que corta mis sentimientos,
cuándo suena una guitarra,
dando sus notas al viento.

Cuándo dibujo sus mares
en las entrañas del tiempo
y suenan por soleares,
mis sueños y mis recuerdos.

Y viendo mi mar de olivos,
se me desgarra en el alma,
mil piropos que no puedo
dejar ir por mi garganta.

Aprietan vagos lamentos,
a mis sienes plateadas,
recordando los momentos,
de esos lugares de calma.

Y…lanzo al cielo mis versos,
que rompen en las estrellas,
cantando por seguidilla
mil cantos para mi tierra

Olivos




Oí sonar las campanas y me hirieron sus tañidos,

el aire llevaba el eco a lo largo del camino.

Sigue la tierra mojada y el hinojo florecido

va cubriendo la cuneta, con ese tono verdino

a lo largo y a lo ancho, todo cubierto de olivos,

con las ramas recargadas y aceituna en los caminos.

Ya quedaron en el pueblo del campanar, los sonidos

Y en el campo, solo escucho de los jilgueros…los trinos

Senderos de barro y tierra, anchos y estrechos caminos.

Entre sierras y laderas lucen altivos olivos.

Emblema de mi tierra, pan de mi gente, chaparros encinares

y…sierra ardiente, donde aúllan los lobos con voz potente

viernes, 29 de octubre de 2010

Presente


Hablamos en silencio,
en las nubes, de un tiempo
ya remoto.
Mecemos la esperanza,
en el lento vaivén
de los recuerdos.
El camino,
se abre a nuevas metas,
es inmenso,
el horizonte que perfila.
No hay piedras,
ni abrojos que te impidan
transitar.
Mas...es pesada,
la carga en tus espaladas.
A los lados,
abismos de inconsciencia,
hay que seguir,
con el bagaje a cuestas.
Las fuerzas se quedaron
cansadas de bregar
con tantos vientos.
¿Que hacer?
tu cuerpo no obedece.
tu mente obstinada,
regresa sin cautela,
a las turbias aguas
del ayer.
Parada en el camino,
tu figura, desliza
su sombra entre los riscos,
el abismo la espera
y tú, inmovil, se la ofreces.
Atrás, el pensamiento
vaga, quieres volver,
no sabes andar sola.
El peso es excesivo,
el sudor, invade tu retrato,
el que quedó,
fijo en el camino,
la sombra se ha borrado,
tu mente, está vacía,
la senda se estrecha.
Llamas al pensamiento.
no vuelve,
el pasado lo atrapa,
lanzas un grito,
el vacío lo engulle.
¡No te oye¡
Tu garganta se oprime,
el pecho ya no late,
la niebla de la noche,
te envuelve lentamente,
te asgas a la nada.
De nuevo el grito, se ahoga
¡te pesan las espaldas¡
el frío es más intenso,
miras al cielo, no hay estrellas,
tampoco hay horizonte,
¡es el último instante¡
¡lo descubres¡
descargas tu bagaje,
el presente...es vida.
el ayer es equipaje.

martes, 19 de octubre de 2010

En tu día más Feliz, Pili


Hoy se cambia tu vida,
una etapa que se queda atrás,
el momento es feliz y gozoso.
el camino, se vuelve a empezar.

Tiene travas, también alegrías,
mas, seguro que tú has de llegar,
que el que siembra esperanzas...
el futuro frutos le dará.

Solo pido al Señor de los Cielos,
que te colme de dicha y de paz,
que ese sueño que juntos tuvisteis,
hoy por fin se haga realidad.

y que llegue un otoño trás otro,
mil veranos que veaís pasar
y ese amor que hoy os une,
que nunca se llegue a acabar.

Hoy quisiera ofrecerte la luna,
a tus pies, un oasis sembrar,
mas tan solo tengo para darte,
estas letras de amor y verdad.

viernes, 15 de octubre de 2010

A Tí Pilar


Barajé tu nombre en la inocencia,
sin saber de tu rostro infantil
y soñé con tu cara de ángel
bajo un cielo teñido de añil.

Han pasado los años,
como pasa el cometa
y en mi pecho el dolor
se despierta.

Me perdí tus primeras palabras,
tus primeros momentos de escuela,
nunca tuve un dibujo
ni un recuerdo que tú me escribieras.

Pero siempre estuviste presente,
en mi mente aturdida y en mi vida discreta,
en las hojas caídas de otoño
o, en el mar de mis sueños de asceta.

Ya te has hecho mujer,
ya tus sueños buscan otras metas,
y ahora sigues el mismo camino,
que iniciaron tu madre y tu abuela.

Hoy tan solo, te observo en silencio,
sin rozarme contigo,
soy tan solo una mota de polvo,
laberinto en un mundo distinto.

Y me asomo al balcón de los tiempos,
recorriendo pasados caminos,
hojeando en el libro del sueño,
por saber cual será tu destino.

y te veo, ante un flanco de rosas silvestres
y un paisaje cuajado de pinos,
en las nubes mullidas del viento,
bajo un cielo de azul y de lino.

Tu figura graciosa,
tu andar exquisito
y en tus manos las arras
que hoy, forjarán tu destino.

Vuelven tenues, los viejos recuerdos,
de un pasar melodioso y cansino,
una tarde de invierno de hace ya...
!tantos años ¡ más de veinticinco.

y al igual que aquel día
aunque no esté contigo,
un abrazo en la sombra
llevará hasta ti mi cariño

de...En la penumbra del sentimiento


Sentí dolor,mas...no quise culparte,
el sentimiento invadia mi alma,
ni tan siquiera, viví tu nacimiento,
por las rencillas, me sentía acorralada.

nubes de humo, cubriendo los lamentos,
mares de lodos, culpaban mis entrañas,
murió el amor fraterno que sentía,
dejando huellas con olor a miedo.

Y la distancia, fue sembrando el abrojo,
cubriendo el camino por entero,
volví a sentir el viejo sentimiento,
pero la rábia embargó mi rostro.

vagué sin rumbo, en este mar inmenso,
repleto de laberintos sin retorno
y...sentí que todo estaba muerto,
mi camino, había sido un mar de lodos

Quiero dejar atrás, estas miserias,
recordar el pasado con antojo,
caminar por el cesped de la plaza,
abrazar de nuevo aquel retoño.

Para mí fue vida y esperanza
y luché por ella con encono,
abatiendo a su paso, malas hierbas,
haciendole un camino con retorno.

Hoy quisiera estar en su presente,
y sentirme con ella codo a codo,
mas la vida no siempre te lo ofrece,
tan solo en el dolor, hoy me acomodo.

No sabrá si es indiferencia
o, dolor o rábia o será monstruo
se cortó el cordón que nos unia
yo perdí la esperanza, como todo

jueves, 14 de octubre de 2010

Dicen de mí...
que no siento,
que tengo el alma
dormida.

no saben
si el pensamiento,
se ensaña
justo en la herida

Dicen...
que cubro mi alma,
con caparazón
de piedra

no saben
que las angustias,
se enlazan
como la hiedra

Dicen y dicen
y escucho,
que el orgullo
me acompaña,

no saben
de mi humildad,
niegan
que tenga ese arma.

Yo, ya no quiero
escuchar,
el dolor rompe
mi casa.

y recojo
mi equipaje,
el bagaje
de mi alma.

Navego
por aguas muertas,
en busca
de un mar en calma.

Mi pobre barca
zozobra,
embestida
por patrañas,

Quisiera
aclararle al mundo,
que soy como soy
y...!basta¡

CANTO A LA DESESPERANZA



Quise subir, a la cima más alta
y en mi escalada...quebré
mis sentimientos.
Quise alcanzar la luna, con mis manos,
y me quemé
con su fuego etéreo
Por las nubes...navegué sin rumbo
huyendo del sol y sus destellos,
temí que me quemase con sus rayos
y...ahogué en mi pecho,
mi dolor sin duelo
Para calmar, la sed que me anegaba,
torné a la playa de mis sueños, pero...
su arena me abrasaba.
Intenso dolor! el que ahora siento
Ya...no tenía más salidas,
y en el fondo del Mar...
ahogué mis sentimientos,
sus aguas... con furia me abrazaron
me llevaron al fondo de los tiempos
y allí...soñé sin esperanzas,
se habían ahogado mis recuerdos.

Subí a la cima más alta
y en mi escalada
quebré mis sentimientos
quise alcanzar la luna
y rompió mi silencio.
Por las nubes navegaba sin rumbo,
atrás quedaba el sol oculto por el velo,
que deja a la noche de los tiempos..
sentí que me quemaba
y era el dolor inmenso.
la sed del sentimiento se hizo eco,
ahondó fuerte en mi pecho,
con lazos del pasado,
aportando de nuevo tus recuerdos.
En el fondo vertiginoso de las aguas,
de un mar revuelto,
escondí, con miedo mis pesares,
por no dejar mi pena al descubierto,
vistiendo de púrpura mi alma
y la enterré en la sima de los tiempos

Borrar el Odio

Quizá una palabra ó un gesto innoble,
¿que pudo provocar un odio inmenso?
¿Que pudo ser? que al oír tu nombre...
sienta las nauseas, que me ahogan,
oprimiendo mi alma y pensamiento.

Vuelvo hacia atrás y miro en el espejo,
(ese que deja, las vidas dibujadas)
en él...no puedo fijar ya la mirada,
mis ojos, ciegos están de tanto hacerlo,
y no puedo pensar, pues los recuerdos
se agolpan, cuál hormigas.

Marabunta de sueños y deseos.
La rabia y el rencor, me anidan dentro
y, aunque me fuerza la razón, por distender los odios,
es más fuerte el corazón y...más te odio,
culpo a tu ser de todas mis desdichas,
si fue tu entorno el provocante, no quiero dar razón.

Mi mente, errante en otros tiempos,
hoy se detuvo, a hacer capítulos a parte,
a diseñar las hojas del pasado que sin grabar...
escritas se quedaron en mi entraña,
formándose en maraña, por el tiempo y
no acierto, a desenmadejarla.

Quiero darle razón, a los sentidos y
el dolor, me ahoga el sentimiento,
quiero tenderte mi mano, y con acierto
decir que lo pasado, ya se ha muerto, que
lo tengo archivado, en el desván de los recuerdos

sábado, 2 de octubre de 2010

Esperanza

Las doce han dado en la torre,
donde el reloj no descansa.
De acero sus manecillas.
marcan las horas sin danza

Y van segundo a segundo,
detras de uno, el otro avanza,
marcando así los minutos,
uno tras otro cuál lanza

que va clavando en mi pecho,
las angustias y las ansias,
esperando que en sesenta,
toque fuerte su sonata.

Y dan las doce, la una
las tres de la madrugada,
y se hace eterna mi angustia
y se hastía mi esperanza

Ya con el son de las cinco
empieza a salir el alba,
sobre los montes baldíos
asoma el sol su templanza.

Avanzando lentamente,
calentando la mañana,
y vuelve a sonar solemne
el reloj de mi esperanza