jueves, 14 de octubre de 2010

Borrar el Odio

Quizá una palabra ó un gesto innoble,
¿que pudo provocar un odio inmenso?
¿Que pudo ser? que al oír tu nombre...
sienta las nauseas, que me ahogan,
oprimiendo mi alma y pensamiento.

Vuelvo hacia atrás y miro en el espejo,
(ese que deja, las vidas dibujadas)
en él...no puedo fijar ya la mirada,
mis ojos, ciegos están de tanto hacerlo,
y no puedo pensar, pues los recuerdos
se agolpan, cuál hormigas.

Marabunta de sueños y deseos.
La rabia y el rencor, me anidan dentro
y, aunque me fuerza la razón, por distender los odios,
es más fuerte el corazón y...más te odio,
culpo a tu ser de todas mis desdichas,
si fue tu entorno el provocante, no quiero dar razón.

Mi mente, errante en otros tiempos,
hoy se detuvo, a hacer capítulos a parte,
a diseñar las hojas del pasado que sin grabar...
escritas se quedaron en mi entraña,
formándose en maraña, por el tiempo y
no acierto, a desenmadejarla.

Quiero darle razón, a los sentidos y
el dolor, me ahoga el sentimiento,
quiero tenderte mi mano, y con acierto
decir que lo pasado, ya se ha muerto, que
lo tengo archivado, en el desván de los recuerdos

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