
Al Alba
Se los llevaron del pueblo,
un viernes de madrugada.
Cuándo la gente dormía,
y había nacido el alba.
El camino de cipreses,
angosto y lleno de escarcha,
a lo lejos descubría,
las mudas paredes blancas.
Y...en las tapias del recinto,
fuera de tierra sagrada,
todos puestos en hilera,
un cura los confesaba.
Y aún, con la boca en el cristo,
descerrajaron las balas,
directas a los diez cuerpos,
todas fueron disparadas.
En las paredes, el rojo,
de la sangre, se notaba.
Y, entre la hierba, casquillos,
de la ira envenenada.
Y... a lo lejos...en el pueblo,
ronco tañar de campanas,
el silencio se hizo eco,
de aquellas vidas segadas.
Año 1973
Que duros tuvieron que ser aquellos tiempos, leyendo tus poemas, se ve la cruel realidad que por entonces existía, y todos a callar porque el primero que abriera la boca se podía ver igual, atravesados por una bala. Un saludo
ResponderEliminar