domingo, 17 de junio de 2012






yo no quiero ser poeta, 
pero el alma, me lo impide, 
ni quisiera ver la muerte, 
pero la muerte me sigue. 

No quiero tener libreta 
ni lapices de colores, 
porque mi mente a mi mano 
la invita a escribir dolores. 

Unas veces, son la guerras, 
que corroen las entrañas, 
otras veces, es el hambre. 
que va destruyendo castas 

y algunas veces, muy pocas, 
mi corazón se arrebata 
y pelea con mi mente, 
le reprocha sus bravatas, 

se hace dueño de mi mano, 
dándole un toque al alma, 
y le reprocha que cubra 
ese interior con coraza 

y en éste tira y afloja 
del corazón con el alma. 
ésta, olvida sus pesares 
y pone la mente en marcha. 

Es, porqué dicen que escribo 
lo que me dicta mi karma 
De amores y des amores, 
de duelos y de venganzas 


De ese niño que en la calle, 
mendigando una esperanza 
con la mirada de hambre, 
suplica que tengas alma. 

y tú, sales en defensa, 
olvidaste la coraza, 
te importa poco que piensen 
que la ternura te alcanza 

Y haces uso de tu pluma 
que es para ti tu espada, 
escribes sobre la piel 
del volcán y de su lava 

Y no quieres ser poeta, 
no lo soy, lo proclamas, 
mientras tus letras con sangre 
de tu corazón se escapan. 

No soy poeta, mas...grito 
con mi pluma bien cargada, 
que cese el hambre en el mundo, 
fuera guerras y batallas. 

La vida son cuatro días 
y este mundo...se nos marcha 
nos hemos ido encargando 
de destrozarlo sin pausa. 

Sabia es la naturaleza, 
y siempre nos dio esperanzas 
mas la avaricia del hombre, 
acabará en destrozarla.
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