sábado, 7 de mayo de 2011

Laura


Morenita y salada, como ninguna,
Tiene mi niña un halo de blanca luna.
Su cuerpo es un junco de la rivera
y sus ojos enseñan la primavera.
Cuándo extiende sus manos,
hacia las mías...
me baila el alma por bulerias.
Su risa es cascabel, en mis madrugadas
y sueño por tenerla, siempre abrazada.
Pajarillo de vega, vergel de espumas,
cuándo estás a mi lado, se van mis brumas.
Crece niña en las risas y la alegría,
bajo el sol de esa tierra, mi Andalucía.

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