A esa Madre
Cabizbaja y enjuta, manos en los bolsillos
y en el pecho las penas, que te hicieron añicos.
Te vas cada mañana, de tu casa al trabajo,
tu rostro taciturno y siempre cabizbajo.
Mas...siempre le sonríes al niño y al anciano,
al pobre que te pide... tú le extiendes la mano.
Subes las escaleras, son largos los peldaños,
tu casa...es casi casi, un hueco en el tejado.
Y allí...junto a las fotos que forman tu pasado,
con el tapete grande (solo eso has heredado)
y aquellas flores secas, las que te trajo Eduardo.
un día de septiembre de...hace ya mil años
Vas contando las horas, que llenan el espacio
de toda tu tristeza, de todo tu letargo
Tu vista, está en la esfera, de aquel reloj parado,
desde el aciago día que se marchó tu vástago
Dejándote en la mesa... aquel hermoso ramo,
que hoy, luce como tú.. seco y desamparado
Las guerras solo traen......tristeza y desamparo
en las vidas...vacío y en las almas rozando
la angústia de perder, un hijo o un hermano,
o...el padre que marchó y...ya no ha retornado
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