miércoles, 21 de septiembre de 2016

Recuerdos de una octogenaria

Me estoy haciendo vieja, los años no perdonan, y en mi cara los surcos cada vez más ahondan. En mi jardín de sueños, descanso mis pesares, en las noches de luna, me baño en sus lagares de néctares perdidos en tiempo y en espacio, de sueños no cumplidos, de amores no logrados. De una infancia que nunca llegó a cumplir su empeño, porque no nací libre, al nacer...tuve dueño, que dirigía mis pasos, que contaba mis días y me obligó a ser mujer, cuando solo era niña. Un dueño que compró sin dinero los días, de una generación, condenada a la ira. Nuestro error fue nacer, en el lado contrario, eramos los demonios a su gran ideario. Mas...muchos como yo crecimos en silencio, navegando en dos aguas, luchando en el infierno, soportando a esos seres que de negro vestidos, castigaban valores. pues eran del vencido, Días a la intemperie, de lluvias y de nieve, ese castigo era de todos el más leve. Mi juventud llegó y con ella el deseo, de liberar al pueblo, del "viejo prometeo" * Corríamos de los "grises, tirábamos panfletos y recibíamos palos a diestro y a siniestro. Han pasado los años, según cuentan mis canas, solo queda el recuerdo y una victoria vana. Nos quitaron el yugo y a cambio nos legaron, robarnos nuestras vidas pisar nuestro pasado. *, esto es en tono sarcastico

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