Llegué a pensar, que
no era de este mundo,
que estaba en él,
como una flor de invierno,
quizá...sacada de un
profundo infierno,
al oler un aroma
nauseabundo.
Estaba allí, mirando
a lo profundo
del recóndito mar de
aquel eterno
laberinto de sueños,
sin gobierno,
que volaban de mi
alma en un segundo.
Era, dolor,
angustia, desaliento,
amargura profunda
había en mi alma,
quise borrar todo mi
abatimiento
y surcar con mi
barca aquella calma.
para dejar atrás a
barlovento,
el amargo sabor de
aquel enjalma.
Guau, bonito sonetooo feliz año!!!!
ResponderEliminarGracias Alfonso, igualmente para ti, un año, mucho mejor que el que se acaba
ResponderEliminarBello!
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