martes, 12 de abril de 2011

Tu Muerte Señor


De silencio las calles se llenan
y las puertas se cierran al paso,
que a Tu Hijo lo llevan prendido,
cuál si fuese un vulgar presidiario.

A Caifás presentaron le al reo
y este hombre, envia le a pilatos,
que se lava las manos diciendo...
yo no veo motivo ni agrávio.

Han cubierto púrpura tus hombros,
en Tu frente espinas brotaron
y cuál rey...en tus manos un cetro.

Has servido de burla y escarnio,
una cruz de madera cuál lecho,
un lanzazo se dió a Tu costado.


pero sigues pidiendole al Padre,
que perdone todos mis pecados.
Dos mil años de aquella amargura
y...aún te sigo hoy...crucificando

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