Vuelta a la Infancia

Luna que sales de noche,
con larga bata de cola,
y vas peinando tus sueños,
con ayuda de las olas,

Olas de plata y armiño,
que rompen contra las rocas,
mar bravío que se crece,
revuelto en sus aguas locas

Playas de la costa este,
donde mis sueños durmieron
aroma de sal y algas
dándole color al cielo.

Lágrimas de juventud
amores entre la arena,
se escondieron en las aguas
de aquella playa serena.

De vuelta en mi senectud,
descanso sobre las rocas,
mientras las olas salpican
mis recuerdos y derrotas.

"Nanadas" Cupido

Yo me miro y me remiro
y no quiero intimidarme,
mas...según donde lo hago,
no me encuentro aunque me llame.

No me levanto temprano ¡total!
pa lo que hay que hacer
en la cama calentita
respiro con gran placer,
lo malo llega en verano
cuando aprietan los calores,
paso las noches en vela,
sin cariño y sin amores,
¿amores? pa que los quiero,
si solo me dan la brasa,
ya me gustaría a mi,
tenerlos en una caja,
guardados en el armario,
esperando hasta el invierno,
que entonces con sus calores,
me harán conciliar el sueño.

Ya me vuelvo a remirar
y esta vez no me intimido,
pues ya mandé a hacer puñetas,
al intrepido Cupido,
que me tiene acribillada,
con las flechas del delirio

Los momentos de Sara. (La Conversación)

Sara no daba crédito a lo que leía, cerró la pantalla, se levantó, dio una vuelta al rededor de la mesa y volvió de nuevo a su incomodo asiento, cerró los ojos, se llevó las manos a la cara, atusó tranquila mente su cabello y pensó, durante unos segundos su cabeza era un caos, las lineas escritas en aquella página, se agolpaban como caballos salvajes en su mente, por momentos pensó...¿soy yo?, no se expresarme o no me hago entender, para el caso sería lo mismo, volvió a releer la conversación escrita, estaba claro, no la leía, no importaba lo que ella dijera, de nada le servía dejar clara la pregunta, su interlocutor, se iba por los cerros de Ubeda, para él, era ella que no entendía, en todo momento intentaba mostrarla como un ser inseguro, llena de miedos, no confiaba en las personas y eso la hacía débil, intentaba que ella se confesase tal y como él la veía, eso a Sara la rebelaba, sabía perfectamente como era y nada de lo que le decía entraba en su cabeza, no era ese el problema, ni mucho menos el tema de conversación, pero su interlocutor, era hábil, muy hábil, e intentaba manejarla, ella lo sabia, y sin más argumentos que su verdad, recalcaba una y otra vez el contenido de su mensaje.
La noche fue muy larga, consiguió dormirse muy entrada la madrugada, no fue un sueño reparador, podría considerarlo como un duerme vela, aunque sí despojada de toda su voluntad, los sueños premonitorios, eran los que le venían siempre en ese estado, despertó cansada, agobiada quizá por el calor de aquellas noches de agosto, o...quizá por el tremendo dolor que le causaba, saber, que a quien consideraba amigos, le fallaban por todo y en todo, por eso todavía dormida, bajó lentamente las escaleras, ni siquiera los ladridos de su perro saludando su presencia, la volvieron a la realidad.
Era el momento de pensar en su vida, en su entorno, estaba segura que no sabia escoger sus amistades.
¿sería así? o...era ella la que entendía todo mal y los que la arropaban, según ellos la admiraban, ¿solo pretendían enseñarle a caminar como un ser humano? el solo hecho de oír la palabra en su mente, le indignaba, se revelaba contra sus propios pensamientos, no quería pensar lo que le venia a la mente, pero era así, y lo cierto es que nunca creyó en las clases sociales, para ella todos eran igual, con más o menos cultura y con mayor o menor posición social, pero nunca pensó que nadie, aprovechase su amistad, para ser protagonista de su propio entorno, ahora sí, ahora estaba segura que si existían esas personas, te halagan, están a tu lado pero...¿cuando están a tu lado? nunca cuando realmente necesitas que estén, siempre cuando existe algo, que pueda hacerlos protagonistas.
Volvió a la conversación, leyó detenidamente, palabra por palabra, no, definitivamente su interlocutor, no buscaba protagonismo a su costa, solo pretendía ser el dueño de la situación, el protector, el sabio y si le apretábamos un poco, el adivino de sus pensamientos, el brujo que conocía su carácter y su vida, sin ni siquiera conocer su fecha de nacimiento.

Salió la Luna

Salió la luna esta noche
vestidita de lunares
y al mirarse en el espejo,
lloró su pena a raudales,
el espejo en que se mira,
son las aguas de mi vida,
la luna me está mirando,
mientras curo mis heridas,
y se oculta tras los cerros,
para cambiarse de ropa,
no quiere que a mi me duela,
la perdida de tu boca,
vuelve vestida de blanco,
con una bata de cola,
acariciando mi pelo,
la luna conmigo llora.
¡Ay luna dime porqué!
¿porqué se marchó mi niño?
Porqué me dejó tan sola,
sin su amor y su cariño.
Dimelo luna de plata,
porqué se van los amores,
dejando rotas las vidas
y los sueños sin colores.

"Nanadas"

He pensado en adoptarme
y es que me siento muy sola,
por eso voy a contarme
toda mi historia, que mola.
No puedo entrar en familia,
sin saber de sus ancestros
y saber de sus legados,
para llevar un buen cesto,
repletito de la herencia,
mas como fue de conveniencia,
eso de ser adoptada,
sola me he visto el plumero
y ahora lo que yo más quiero
es no verme trasquilada.

¿Amigos?

Fácil es hacer amigos,

mas...ha de existir un secreto,

para tenerlos contigo,

sin que sea por decreto.

Un día yo tuve amigos,

por mis letras? por mis sueños?

no es posible que así fuera,

porque marcharon muy lejos.

Entre su sombra y la mía

pusieron tupido velo,

¿sería la cobardía ,

que les impedía correrlo?

No pudo ser cobardía,

pues ellos eran valientes,

seguro estoy que de mí,

se marchó mi don de gentes.

Un día yo tuve amigos,

que de mis sueños bebían,

mis luces tocaron fondo,

no tengo amigos ni guía,

E aquí la paradoja o... mejor la moraleja,

no quieras tener amigos, 

que demuestren tus destrezas,

hoy seguro que te ensalzan

pero mañana...te dejan.