jueves, 29 de octubre de 2015

¡Luces, música, acción!



Se alza nuevamente, el telón de la vida.
Persistente, incansable
representa esos días, los que el tiempo ha dejado,
en ese espacio inmenso, donde viven cautivos,
las risas y los sueños, los partos a la vida,
los bosques del otoño, cubriendo de hojarasca
tus luchas y tus logros.
¡Luces, Música, Acción!

…y suena nuevamente, invadiendo la mente,
de antiguos carnavales, de vivencias banales,
robadas a la historia.
De ese hielo perpetuo, alojado en el alma,
que mantiene inherente las luchas y la calma.
Hoy se han puesto en escena, relatos sin memoria,
vivencias desamores, sin futuro ni gloria.
Ha pasado cuál pasa, la brisa en el verano,
sin dejar la caricia, ansiada por tu mano.
Se ha arrojado a tu alma, como lo hacen las olas,
que rompen en la playa, dejando caracolas
que recoges con pena y…escuchas melancólica,
los sonidos que evocan, la paz en tu memoria.

Se apagaron las luces el telón ha caído
y la obra sin éxito, de nuevo ha enmohecido,
las cadenas que un día, aherrojaron tu nido.
El árbol de la vida, en el bosque del mundo,
sigue mustio  marchito, herido en lo profundo.
Ya no pende en sus ramas, el nido de hojas secas,
los pájaros volaron, buscando nuevas sendas
y, alguno si que vuelve, al cambio de estaciones,
con ramitas de olivo, manteniendo ilusiones.
A veces te preguntas…si fueron gorriones,
ó tal vez incubaste…águilas y halcones.
Y palpas lentamente, la herida de tu vida,
la sangre ya reseca, ni la infecta ni olvida.
Recreas tu presente volviendo a aquel pasado.
Tan solo te preguntas… ¿en que me he equivocado?
Tu valor es innato, más no pide explicaciones,
regocijas tus penas, en falsas conclusiones.
Ha de llegar el día, que caiga finalmente,

el telón de una vida, que no tuvo presente.

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