Leva Anclas

¡Van a rodar cabezas! y rodaron,
¡vas a sentir el filo de mi espada!
¡vas a dudar que el mundo sea tu casa!
¡te odio! gritaste con firmeza
y el grito se clavó sin pausa,
luego volvias sin cajas destempladas,
con tus caricias y tiernas tus palabras,
sentí en el cuerpo inmenso escalofrío,
cuando tu cara se acercaba a mi cara,
cuando tus manos de dedos afilados,
nadaban por mi cuerpo cual si nada.
y a aquella noche, le sucedia otro día
con palabras hirientes, sin palabras
y el miedo poco a poco iba mellando
las aristas del cuerpo y las del alma.
mi vida oscurecida no veía,
ni un rayo de luz ni una esperanza,
tus gritos cual nubes me envolvian,
formando calaveras de distancia.
Navegué sin rumbo ni camino,
agazapada en el fondo de mi barca,
sin pensar que tenia mi destino,
en las velas de mi fe y mi esperanza.
apareció radiante con sus rayos,
dejando sus reflejos en mi cara
y entonces comprendí que era el momento,
de resurgir del fondo de mi alma,
recuperar mi vida y mi templanza,
tan solo tenía que hacer un gesto
¡levar anclas!