Pajaritos y Cabras

Pajaritos y Cabras


Antonio glorioso y santo,
que me evocas los recuerdos,
más preciados de mi infancia.

Cuándo en las noches de luna,
acurrucada en mi cama,
aquella entrañable voz,
tus letanías me cantaba.

Mi cena era todas las noches,
cucos milanos y mirlos.

Caballeros prudentes,
Cristianos y honrados,
clérigos de todos tus milagros
prendados..

Sudores que lentos
el cubo llenaban,
al alba del día
en otra mañana.

De las negras cabras…
la leche blanquea.

Si se sacia el hambre
con la tripa llena…
estaba seguro,
no tendría problemas.

¿Y el alma…y la mente?
¿pensaron en ellas?

Me quisieron ¡tanto¡
que ahogaron mis penas,
con rezos y cantos y
cantaras llenas ,
de leche de cabra,
de pan y jalea,
endulzaban mi vida,
con miel de colmenas,
sembradas al pie
de sierra morena.

Y cuándo volvía
a la otra colmena,
de enjambre de gentes,
donde no había abejas,
de nuevo el vacío,
volvía la tristeza.
y en la otra tierra

Ya nadie sabia,
lo que era de aquella,
chiquilla de rizos
y piel de azucena.

Que guardó recuerdos,
de aquellas escenas,
soñando por siempre,
en aquellas sierras,
y guardó el cariño
de las gentes buenas
que aquellos veranos
la hicieron ser buena.

1968,L'Hospi, Barna